martes, 29 de diciembre de 2009

TOMÁNDONOS EN SERIO EL ARGUMENTO DESESPERANZADO.

Uno de los argumentos a favor del aborto es "esos niños van a venir a sufrir al mundo". Ese argumento es tan contundente que fundamenta matar a todas las personas pues ¿quién no sufre? Pero lo absurdo del asunto no es la idea como tal sino su aplicación discriminatoria.

La sociedad colombiana clamó la pena de muerte o la cadena perpetua para el asesino de Luis Santiago (el bebé en Chía) mientras defiende el asesinato de niños por nacer. ¿Al fin y al cabo no iba Luis Santiago a sufrir en este mundo? ¿No es, desde la idea del argumento de los niños que sufren, un héroe quien mató a Luis Santiago?

El punto es ¿por qué la hipócrita compasión lleva a clamar por la vida de uno y matar a otro? Este corto escrito quiero que sea un llamado a la coherencia de quienes promueven el aborto con ese argumento. Ese llamado de coherencia lo hago desde el mismísimo Kant quien sostiene que uno debe actuar como si su conducta fuera una ley universal, luego si fundamentamos el actuar en esa "compasión" por los niños que sufren la ley debería justificar tanto el asesinato de los niños por nacer como de los vivos que sufren, y en últimas de toda la humanidad. ¿No es absurdo? ¿Puede vivirse en una sociedad así?

No creo que el punto sea matar a los que sufren, sino apoyar y amar a los que sufren... Si piensa lo contrario, sea coherente con la "sociedad" que desea...

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