Las últimas declaraciones de Rafael Pardo sobre la su dizque idea de repartir la Píldora del Día después a menores de 15 años ha generado el clamor de muchas personas en la página de Colombia Pro-Vida en facebook.
Recordemos algunos detalles, la píldora del día después o levongestrel como se le conoce científicamente. Es un anticonceptivo y abortivo muy fuerte. Como anticonceptivo disminuye el tiempo de ovulación, y genera unos efectos en las paredes uterinas que impiden el desplazamiento de los espermatozoides. Sin embargo, también genera un efecto abortivo. Si el óvulo ya está fecundado (es decir) ya hay un ser humano en desarrollo, baja por la trompa de falopio y cuando llega al útero no puede implantarse porque la pared uterina se lo impide, lo que genera la muerte del embrión. Si bien es cierto no todos los casos en los que se consume la píldora se generan abortos, el simple hecho de tomársela es lo que jurídicamente se conoce como dolo eventual.
¿Qué es el dolo eventual? El dolo eventual es como alguien que pone una bomba en un lugar y deja las muertes sometidas al azar. Eso mismo pasa con la píldora del día después. Puede que no genere muertes como puede que sí. Ese simple hecho es equivalente a decir que se va a promover poner bombas en todos los úteros: generando posibles abortos. ¿Cree que esto genera la seguridad de el vientre materno? No.
Además, a que clase de político en su maquiavelismo salvaje se le ocurre decir semejante barbaridad (anti-estratégica) cuando ha habido marchas en Bogotá, Cali, Medellín y Cúcuta defendiendo la vida y gritando "si te metes con la vida no cuentes con mi voto". Bueno al menos sabemos que es sincero o que carece de inteligencia.
Si bien es cierto que es un abortivo, las declaraciones del Procurador, desgraciadamente tienen en su contra el peso de una sentencia del Consejo de Estado que ratificó la permisión de la píldora, cuya distribución en Colombia la tiene pro-familia. La sentencia se basa en un juego de lenguaje que dice que concepción es diferente de fecundación, y que concepción es el momento de la implantación y por lo tanto, según Pro-Familia, se trata de un anticonceptivo. No nos dejemos confundir por ese juego de lenguaje: en el momento que se unen el óvulo y el espermatozoide hay un nuevo ser humano diferente de los padres. Como dice una amiga no tiene que pasar magia, ni nada por el estilo. Si se le impide vivir (como ponerlo a uno desnudo en el polo norte) no se trata de otra cosa que un asesinato, diga lo que diga la ley o los jueces.
Por último, el candidato Rafael Pardo desconoce en sus declaraciones otro punto central. ¿Repartir la Pastilla a menores de edad? El candidato desconoce uno de los principios del derecho de familia que se denomina subsidiariedad, esto es, en Colombia la educación de los hijos está en cabeza de los padres. Recordemos que uno de los incisos del artículo 42 de la Constitución Política manda "La pareja tiene derecho a decidir libre y responsablemente el número de sus hijos, y deberá sostenerlos y educarlos mientras sean menores o impedidos.". La norma es clara al sostener que la educación le compete a "la pareja", lo mismo que su cuidado.
Repartir esta pastilla desconoce esta norma, junto con la libertad de conciencia que es extensiva a la familia y a los padres como educadores. ¿Cuál sería el fundamento para ingerir en la actividad privada de la familia? Además, la pastilla al tener unos componentes muy fuertes puede arriesgar la responsabilidad del estado que acabaríamos pagando con esa imposición que llaman "tributos" ¿Eso es lo que queremos?
Si quiere escribirle al candidato presidencial manifestando su oposición a las declaraciones puede hacerlo en
http://www.rafaelpardo.com/charle.php ¡Participe y defienda la vida!
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