Bogotá 7 de agosto de 2011
Señora Periodista
MARIA ISABEL RUEDA
Columnista de EL TIEMPO
La Ciudad
Respetada columnista:
La conmemoración del centenario de Carlos Arturo Torres por parte de la Academia Boyacense de Historia ha coincidido con la publicación de su columna de hoy “ ¿ No al aborto?, pues ésta muestra la actualidad de aquel pues está plagada de los ídolos del foro( “ ídola fori”) que son pre-juicios incrustados a modo de dogmas en los debates parlamentarios o ciudadanos, lo que bloquea el desarrollo racional de la discusión. Paso a señalar lo que al respecto hallé en su escrito.
Ignora usted la Exposición de Motivos del Proyecto de Acto Legislativo que con valentía han presentado al Congreso de la República, parlamentarios de varios partidos políticos, encabezados por el Senador José Darío Salazar, Presidente del Conservador, para adicionar el artículo 11 de la Constitución, con el fin de brindar igual protección a toda vida humana desde la fecundación hasta la muerte natural.; Es el escrito de mayor rigor científico que sobre dicho tema se ha presentado no sólo en el Parlamento y en las Cortes, sino también en el ámbito de la academia. Tal escrito honra a la inteligencia colombiana y al órgano legislativo colombiano, mas allá de si se está de acuerdo o no con las tesis que plantea. El Pre-juicio consiste en ignorar todo lo que escriba la contraparte en el debate ,sin examinar lo que de validez tengan sus razones y sin ocuparse de darles respuesta.
Si lo hubiera hecho usted no habría incurrido en el craso error de afirmar que el mencionado Proyecto de Acto Legislativo se apoya en razones de naturaleza religiosa, al referirse a la fecundación como origen de la vid a humana, y no en consideraciones naturaleza científica, como lo hace dicha Exposición de Motivos, basada los estudios de un científico reconocido internacionalmente, Jerome Lejeune El Pre-juicio salta a la vista cuando usted afirma que los defensores actúan ““…según la creencia católica de que desde el primer momento hay una persona en el vientre de la madre.
Otro tanto ocurre cuando usted se refiere “… a los elevados índices de embarazo de adolescentes, porque es un problema de salud pública en un país donde impera la prohibición absoluta de abortar..”, pues en Colombia no existe tal prohibición desde cuando se expidió la Sentencia C-355, y de entonces a hoy se ha incrementado el embarazo entre adolescentes. Le recomiendo la lectura de la Exposición de Motivos, que en lo atinente demuestra que el problema de salud pública no se cura facilitando el aborto a las adolescentes que viven tal condición, sino ofreciéndoles a ellas y a sus hijos adecuada protección y educación, sobre todo preventiva basada en la ética de la vida y no en el fomento de la promiscuidad entre jóvenes.
Notable Pre-juicio es el de sesgar el debate para dar a entender que se trata de uno entre los partidos políticos tradicionales, dentro del cual el Partido Liberal defiende la libertad de la mujer para optar, siendo así que las mayorías parlamentarias de este Partido, desde el debate del primer proyecto de ley pro-aborto de los años setenta, cuyo ponente fue un eminente médico y senador liberal, hasta el último que archivó el Congreso de la República, siempre defendieron la vida, pasando por la Asamblea Constituyente, que aprobó la Constitución del 91 que en su artículo 11 dice que el derecho a la vida es inalienable y que no habrá pena de muerte como se la aplican a los inocentes que son víctimas de “las excepciones”, al primero y fundamental de los derechos humanos.¿ Por qué no abrir excepciones al derecho a la propiedad privada en los tres casos de hurto famélico, reparación de víctimas y restitución de tierras? Piénselo el actual director del Partido Libera y usted pues al hablar de excepciones a los inalienables derechos humanos fundamentales, se pasan al campo de los totalitarismos.
El rey de los pre-juicios o ídolos del foro que afectan los debates, en el caso de su columna sobre el aborto, entra en escena cuando dice “…Están apoyados por cinco millones de firmas, cifra impresionante que surge de que a nadie se le niega una firma a la salida de misa”. Desde el bunker de una sala de redacción se puede menospreciar de tal manera a unos ciudadanos que por salir de misa pareciera que lo fueran de segunda categoría y sin criterio personal, no obstante que equivalen aproximadamente n a la mitad de los que sufragaron en las pasadas elecciones parlamentarias o presidenciales, y que si fueran para respaldar políticos o referendos esas mismas firmas pasarían a ser de un valor incalculable.
Además, su escrito, distinguida periodista, oculta que en la defensa de la vida humana inocente hay “ firmas,” de ciudadanos de múltiples confesiones religiosas desde católicos y evangélicos hasta judíos y musulmanes.
Con estos pre-juicos, usted, luego de tan brillante carrera periodística, también está saliendo de la Iglesia y como Sísifo , el de la leyenda griega, asciende hacia el fondo del abismo.
Con sentimientos de la mayor consideración, me suscribo, atentamente,
[1] Quien suscribe esta misiva ha venido participando desde los años setenta en todos los debates sobre la defensa de la vida humana en el Congreso de la República y en la Corte Constitucional tanto desde la sociedad civil como en el parlamento, donde fue ponente opositor de varios proyectos de ley pro.muerte ( aborto) que fueron rechazados. Es autor de varios libros sobre el tema.
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